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lunes, 7 de abril de 2025

Soltar las emociones densas y Activa la sanacion en tu ser con luz Angelica.

  Soltar emociones densas  y Activan la sanación en tu ser  con luz angélica.


Hay un momento sagrado en el que el alma, cansada del peso que ha llevado, decide soltar. Y en ese instante de rendición consciente, el universo entero responde. Las emociones como la ira, la bronca o el resentimiento, aunque humanas, cuando se estancan en tu interior, comienzan a oscurecer el templo divino que es tu cuerpo. Son como nubes que cubren tu luz, impidiendo que tu verdadero ser florezca. Pero cuando eliges mirar hacia adentro con honestidad, sin juicio, y permites que esas emociones se disuelvan, comienzas a activar la verdadera sanación en todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritual. Es en ese acto de liberación donde la asistencia celestial de los Arcángeles entra con dulzura, envolviéndote con su sabiduría ancestral, recordándote que fuiste creado para vivir en paz, no en guerra contigo mismo. El Arcángel Miguel, con su espada de luz, te ayuda a cortar los lazos energéticos que atan tu alma al dolor, despejando tu campo para que la calma retorne. El Arcángel Rafael, guardián sanador, extiende sus alas esmeralda sobre tus heridas emocionales, aliviando la carga que durante tanto tiempo llevó tu corazón. El Arcángel Gabriel, mensajero de pureza, te susurra con voz divina palabras de perdón, liberación y verdad, ayudándote a transformar el lenguaje interno que muchas veces te condena. Y el Arcángel Uriel, faro dorado de sabiduría, te guía a comprender que cada emoción sostenida desde el amor, se convierte en camino hacia la prosperidad del alma. Cuando sueltas la ira, dejas espacio para la compasión. Cuando sueltas la bronca, permites que el amor entre y te abrace. La sanación no es un destino, es un proceso sagrado que comienza cuando eliges honrarte, sentirte y liberarte. Los arcángeles están contigo en cada paso de ese viaje, recordándote que tu esencia es luz, y que detrás de cada emoción densa, existe una oportunidad divina para renacer en paz, equilibrio y verdad. Hoy, abre tus brazos al cielo y suelta… suelta todo lo que ya no eres. Y verás cómo, en ese acto de amor hacia ti mismo, todo comienza a sanar.


Oración Poderosa de Sanación, Liberación y Abundancia con los Cuatro Arcángeles

Amados Arcángeles de la Luz Divina, hoy me entrego en alma, cuerpo y espíritu a este momento sagrado de conexión. Reconozco la presencia celestial que me rodea y me sostengo en la certeza de que estoy profundamente acompañado. Respiro… y me permito entrar en esta frecuencia de luz, donde todo en mí comienza a sanar, soltar y renacer.

Arcángel Miguel, guerrero de la verdad eterna, custodio del norte celestial, elevo mi voz hacia ti con confianza. Ven con tu espada de fuego azul y corta todo lazo invisible que me une al miedo, al resentimiento, al dolor no expresado. Libérame de toda energía densa que se haya estacionado en mi campo áurico, en mis pensamientos o en mi corazón. Que tu luz disuelva los enemigos ocultos, internos y externos, y transforme todo ataque en protección divina. Vísteme con tu armadura de luz, fortalece mi voluntad y activa en mi interior el rayo naranja de la confianza y la certeza. Que mis pasos sean firmes, mis decisiones valientes, y mi alma, libre de cargas innecesarias. Hoy suelto la lucha interna, y me entrego a tu fuerza para encontrar paz en medio del caos, certeza en medio de la duda, y fe en todo lo que soy.

Arcángel Rafael, guardián de los cuerpos y de las emociones, protector del oeste sagrado, elevo hacia ti mi anhelo de sanación profunda. Siento tus alas verdes acariciando cada parte de mi ser, trayendo alivio donde ha habido dolor, descanso donde ha habido tensión, y esperanza donde el cansancio se había instalado. Ven, amado Rafael, y sana mis heridas visibles e invisibles. Transforma el recuerdo doloroso en sabiduría, el trauma en entendimiento, la herida en canal de luz. Limpia mi cuerpo físico de toda carga emocional que haya quedado atrapada, y devuelve a mi ser su equilibrio original. Hoy suelto el enojo, la bronca, la culpa, la tristeza… y lo entrego todo a tu luz. Que mi corazón se abra, que mis células vibren en armonía, y que la energía divina fluya libremente en mí. Que cada lágrima que haya derramado se convierta ahora en flor de sanación y renacimiento.

Arcángel Gabriel, mensajero del cielo, guardián del sur, invoco tu presencia blanca y celeste para que ilumines mi palabra, mi pensamiento, mi voz interior. Ayúdame a reconocer la divinidad que hay en mis palabras, a hablar desde el alma y a comunicar con claridad lo que siento y deseo. Que cada vez que hable, lo haga desde la luz, y no desde la herida. Que cada decreto que salga de mi boca sea una semilla de transformación y amor. Limpia mis memorias de expresiones duras, de silencios impuestos, de palabras no dichas por temor o culpa. Despierta mi voz sagrada, esa que comunica con los cielos, que transforma mi mundo interno y externo. Hoy declaro que mi voz es medicina, que mis palabras crean puentes hacia mi propósito y que todo lo que expreso se alinea con mi bien mayor. Gracias por enseñarme a comunicar con pureza, con honestidad y con sabiduría divina.

Arcángel Uriel, faro del este, portador del rayo oro rubí de abundancia infinita, me abro a recibir tu luz. Desciende sobre mí y enciende en mi interior la llama de la prosperidad verdadera. Ayúdame a reconocer que la abundancia no está fuera de mí, sino que es una extensión natural de mi esencia divina. Disuelve todo pensamiento de carencia, todo juicio sobre el merecimiento, toda visión limitada sobre lo que puedo o no puedo recibir. Ilumina mis decisiones, mis caminos, mis elecciones, para que estén guiadas por la sabiduría del alma y no por el miedo. Hoy elijo soltar toda idea de pobreza y me reconcilio con la energía del éxito, del florecimiento y de la expansión. Que mi mente sea fértil para manifestar, que mis emociones estén abiertas a recibir, y que mi cuerpo sea un canal de la riqueza divina en la Tierra. Gracias, Uriel, por recordarme que soy parte de un universo próspero y que la fortuna divina me pertenece por derecho de nacimiento.

Hoy, desde el centro de este templo sagrado que habito, reconozco la cruz de luz que me sostiene:
Miguel al Norte, Rafael al Oeste, Gabriel al Sur, Uriel al Este.
Me siento protegido, guiado, sanado y bendecido por estas cuatro columnas de luz que forman el altar viviente de mi alma.
Declaro que soy un ser libre, en equilibrio y en armonía con el cielo y la tierra.
Declaro que merezco vivir en paz, en salud, en verdad y en abundancia.

Gracias, amados Arcángeles, por su guía constante, por su amor incondicional y por su luz eterna.
Gracias por caminar conmigo cada día, en cada emoción, en cada pensamiento, en cada elección.

Que así sea. Que así es. Amén.


Afirmaciones diarias  que puedes repetir a diario,para liberar, sanar y renacer:

  1. Hoy suelto con amor toda ira, bronca y resentimiento que no me pertenecen.

  2. Mi cuerpo, mi mente y mi alma se liberan de toda carga emocional que impide mi sanación.

  3. Elijo la paz como mi camino, la compasión como mi lenguaje y el amor como mi hogar.

  4. Con cada respiración, activo la energía de la sanación en cada célula de mi ser.

  5. Me permito sentir, reconocer y liberar sin juicio. Estoy a salvo en mí.

  6. La luz de los Arcángeles me envuelve, me sostiene y me guía hacia mi equilibrio divino.

  7. Merezco vivir en armonía, merezco estar en paz, merezco sanar.

  8. Confío en que cada emoción que suelto, abre espacio para la alegría y la expansión.

  9. Soy un canal de luz divina, y todo en mí se alinea con el bien mayor.

  10. Hoy renazco, más libre, más liviano, más consciente de la verdad de mi alma.

  11. Agradecemos la asistencia y energía angélica . Amen.

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